viernes, 17 de octubre de 2008

Y aura??

Es un bajón cuando uno viene pensando algo para escribir y en el mientras tanto la historia cambia. Ya tenía el título y todo. Se iba a llamar "Victoria y Soledad" e iba a ser otro palo más al Coco aun despues de la victoria frente al seleccionado charrúa. Es más, para no hacer otra alabanza al dios terrenal (en tierras chilenas) Marcelo quería escribir antes del partido con la roja. Pero los acontecimientos superaron al cronista y ahora el recorrido es otro.
La intención es dejar de lado los nombres. Desde hace dos técnicos (y un mundial) que la selección argentina aburre. Que la Román dependencia genera que los equipos se armen al ritmo del diez. Que no existan ideas superadoras del tiqui tiqui, que dura aproximadamente 15 minutos por partido.
Entonces no debemos preguntarnos a quién queremos, sino qué es lo que queremos, de que manera debería jugar la blanquiceleste. Y ahora recuerdo las palabras de otro escriba de este blog que dijo algo muy cierto: el puesto de DT de la selección es equiparable a un ministerio. Y ahí arrimo el bochin a otro pensamiento ligado a la política, pensamiento deformado por la irrupción de la "figurita mediática" y la destrucción del sistema de partidos políticos en la Argentina. Aquello de que no importa el candidato, como persona, sino como el representante de un conjunto de ideas y planes para llevar a cabo una vez obtenida la victoria. Un programa.
Y aquí es igual: vamos a elegir un modo de juego o una persona con títulos en su haber? Puede ser las dos cosas? Puede pensarse en un programa, plan de juego, estrategia, planteo de defensa, escindiéndolo del candidato?
Es posible. La "decisión" (el comillado se debe a que todavía, solo por ahora, el DT no es elegido mediante la participación popular) que debemos tomar no se reduce a un nombre sino a varios. En mi caso a un número reducido que comparten la idea de maximizar los recursos tácticos en pos de un planteo ofensivo. Estar pensando y actuando en el campo rival. Por eso no quiero hablar de nombres. En todo caso me gustaría leer a los predilectos en los comentarios. De todas formas aunque sabiendo de la imposibilidad dejo una foto de la persona que me gusta. Dejo para más adelante alguna nota sobre su impronta épica. Quiero que sea mi marido.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué grande Marquitos reviviendo el blog.
Yendo al tema en cuestión, me parece que la salida de Basile tiene como hecho periodístico una serie de cuestiones que tendrán que esperar para salir a la luz, como la poca banca que tenía el Coco entre los jugadores y la supuesta intención de borrar a un par de estrellitas que fue denegada por la AFA y el contrato con los empresarios rusos que condiciona las convocatorias. Habría que ver hasta qué punto hoy un técnico es libre de no poner a Messi de titular, por ejemplo, aunque parezca una locura siquiera pensarlo. Dicen que Grondona no se lo permitió a Basile.
Pero más allá de los trapitos al sol que deje la salida de Alfio, coincido con el autor en que la pregunta a hacernos debe ser a qué queremos que juegue la Selección. Me parece que el fracaso de Basile demuestra el fin de la espontaneidad total en el fútbol, y lo digo sabiendo que puedo sufrir el embate de la izquierda futbolera. Hoy por hoy los técnicos más ofensivos y vistosos son aquellos que logran un sistema en el cual los jugadores puedan explotar al máximo sus capacidades dentro de determinadas funciones en la cancha. Como hizo Chile en la paliza táctica que le pegó a la Argentina hace pocos días.
Aun así, y para no hacer más leña del árbol caído, vaya un homenaje para un personaje tan querible como el Coco Basile, quien aún sigue siendo el último técnico que nos regaló un título de la selección mayor.

PD: "Victoria y Soledad" era un gran título, claro que sí.

Anónimo dijo...

very cool.

Juan Francisco Gentile dijo...

Cómo los banco, Marcos y Marcelo!!

Martín dijo...

Que grande marcelo, que vision nde juego la suya, marcos, eso es la politica llevada al futbol en su mejor expresión, y sobre lo de un proyecto, le recuerdo que estamos en un país peronista...