lunes, 3 de noviembre de 2008

Bigote, de Lanús

Tengo un almacén en Lanús Este, enfrente de la estación. Soy Bigote. Sí, el mítico Bigote.

Si escuchaste hablar de mi, sabés que yo fui grosso, que siempre moví alto. Los ochenta fueron una fiebre nocturna de prosperidad. Después quedé en la ruina, fui homeless y terminé de ojete en Lanús. Pero esa es otra historia más jodida y larga.

Laburé con el Diez entre el 85 y el 87. Agarré la fiesta postmundialista. Con el más grande, en su mejor momento. En la cima del mundo. Yo era el que sgundeaba Dios, y nadie más. Rolls Royce, putas, habanos de mil mangos, champú, putas, y por supuesto, un montón de kilos de mandanga. Nunca me rompí tanto el toór.

Coppola fue y es gilada.

A mi, en el ambiente, me quería todo el mundo, hasta los alcanzapelotas. Laburaba tan pero tan tranquilo, que hasta una vez, en un doparti pedorro a beneficio de no se qué negros de Colombia o Africa o algo así, que lo pasaba toda la tele del mundo y lo veían millones de pelotudos, llegué a darle la papa en la boca a Diegote, en plena cancha y para toda la tele mundial.

Acordate de Bigote. Un beso.


1 comentario:

MarcosH dijo...

Me mató bigotes. Quería prenderse en la nota despues.
Pd: diego conservador con los convocados verdad?