miércoles, 27 de agosto de 2008

Conclusiones


Si el empate sobre la hora de Sosa el domingo pasado sirvió para algo más que para rescatar un punto, podemos también decir que:

1) otorgó un mínimo de justicia al resultado de un partido donde Indep*ndiente literalmente no pateó al arco más allá de la jugada del gol;

2) empezó a ventilar el humo que vende Borghi, quien terminó jugando sin delanteros y con los diez jugadores detrás de mitad de cancha;

3) consagró al rojo como el exponente más acabado de la amargura universal.

3 comentarios:

chebichease dijo...

Es dificil no estar más de acuerdo y por una vez ponerse del lado del hazmereir del fobal argentino. La amargura del rojo no tiene limites cosmicos, se han ganado a toda honra el titulo de amargo del universo. Que es un equipo terriblemente amargo era conocido por toda persona que sabe lo que es una pelota de futbol pero que además tu historico rival, sin un solo jugador que le sepa pegar a la pelota, destrozado económicamente y humillado en cada cancha, te pegue un paseo es terrible. El rojo jugó como si fuera Fenix, se metió atrás y no pateó un vez al arco, una verguenza. Lo de Racing es terrible , hasta jugando bien no puede ganar. Dos cosas más, primero, ese papelón que vemos año a año no se puede llamar clásico, aburren hasta a los muertos. Segundo, el rojo no se puede seguir llamando rey de copas despues de 15 años en los que ni siquieran figuran en una competición internacional. Avellaneda, morite.

Anónimo dijo...

Eso papá, que vuelva Ferro así se arman de nuevo esos clásicos picantes con Bélez!!!

Martín dijo...

Que vuelva, lo volveremos a mandar al descenso turtle, y la próxima vez sin faltas de ortografia por favor...