miércoles, 21 de mayo de 2008

Un baño de realidad


Cuando Riquelme volvió a Boca el año pasado porque Pellegrini no lo tenía en cuenta en el Villarreal, el inefable periodismo deportivo argentino se ocupó de despedazar al ingeniero con especial dedicación. Dijeron que no sabía nada de fútbol, que era un caprichoso, que cómo-iba-a-colgar-al-mejor-jugador-del-mundo, y que de esta forma estaba condenando al Submarino Amarillo a una lastimosa performance en la Liga.

Hoy, terminada la temporada española, vemos que el Villarreal terminó segundo en el campeonato, detrás del Real bicampeón, y clasificando a la Champions League. Cabe destacar que llegó a los 77 puntos, un puntaje que le habría alcanzado para salir campeón en cinco de las últimas diez temporadas.

Con gustito a revancha, pero mostrando un absoluto respeto para el jugador, el ingeniero le dio una entrevista a Clarín en la que justificó su decisión con Román, no tanto por cuestiones futbolísticas sino porque dice que el Diez se negaba a tener el mismo trato que el resto de sus compañeros. Sí, que se hacía la estrellita.

Digo yo, ahora que está de moda la Román-dependencia -gracias a la sanateada habitual del periodismo argento- bienvenido sea el éxito del ingeniero para mostrar que, como dice la nota de Clarín, hay vida después de Riquelme.

2 comentarios:

El Vasco dijo...

Telefono para basile por favor!!!

Riquelme es una piedra al cuello, solo sirve en boca.

Anónimo dijo...

q ganas de tenerlo en tu equipito eh jajaja muerto de hambre te moris de envidia