martes, 4 de marzo de 2008

Quiero que Racing se vaya a la B

Quiero que Racing se vaya a la B. No es por un especial desprecio al legendario y peronista club de Avellaneda, no. Tampoco, aunque bien pudiera, anhelo su descenso por el afán que finalmente la fortuna le propine un duro escarmiento a Blanquiceleste S.A., uno de los máximos estandartes de la penetración del capitalismo más salvaje en uno de los pilares de nuestra cultura popular, el fútbol. No. Es una voluntad casi idílica. Voy a explicar por qué.

Quiero que Racing se vaya a la B porque al fútbol argentino le falta picante, sazón, pimienta. El torneo corto, el injusto sistema de descensos, la prestidigitación del suculento negociado de la TV, hicieron que paulatinamente el torneo local se torne predecible y aburrido. Salvando las coronoaciones recientes (y sospechosas, diría un ¿paranoico?) de equipos de pequeña y mediana talla como Estudiantes de La Plata, Newell´s ó Lanús, nuestro fútbol se fue asemejando al bipartidismo uruguayo. Ya sabemos quiénes tienen más chances de ser campeones. Casi todas, diríamos. Ya sabemos quiénes tienen más chances de jugar la próxima temporada recorriendo el país en el torneo nacional. Casi todas, diríamos. Que Olimpo, de la fría, ventosa y lejana Bahía Blanca, o el Lobo, del empobrecido y seco altiplano jujeño, se vayan a la B, no es noticia. Es la historia de la Argentina. Pero si Racing pierde un match por la promoción contra, digamos, la Comisión de Actividades Infantiles (CAI) de Comodoro Rivadavia, resulta un hecho que amerita horas en la oscuridad mirando TyC Sports. Y además, y que me perdonen los racinguistas, es justicia.

La Academia es un muy buen equipo como para irse (de nuevo) a la B. Su historia de penas que parecen eternas, su rústico pero aguerrido estilo de juego, sus agónicos triunfos y sus épicas derrotas, los años de la dolorosa quiebra, sumados a la popularidad que ha sabido cosechar a lo largo de sus viejos años de gloria, conformaron una idiosincracia en su afición marcada por el sufrimiento, la injusticia, y la fidelidad incondicional. Pero más aún: el hincha de Racing parece disfrutar de sus desdichas. Algo así como un sadomazoquismo futbolero. Todo indicaría que al fanático albiceleste las adversidades le dan más fuerza para alentar a su equipo, más pintura para confeccionar trapos, más contundencia para golpear el bombo, más ganas de aplaudir a su volante de contención cuando ve la tarjeta roja por hachar a su rival en la mitad de la cancha, y más cuerdas vocales para entonar eso de “En en el este y el oeeeeeeste, en el norte y en el suuuuuuuur...!!!”, cántico emocionante si los hay, hasta para un espectador que lo percibe, inadvertido y atacando un chori, desde el tablón de enfrente.

Fue fundamentalmente una imagen la que, grabada en mi retina, despertó el principio de estas reflexiones en relación a Racing: al visitar el Cilindro de Avellaneda junto a la loca banda del equipo que me representa (dato que no creo pertinente revelar en esta nota), pude obresvar una gigantesca bandera, de esas que cuestan tres cifras gordas o quizás cuatro, colgada en la popu local, que rezaba: “Racing, gracias por este hermoso sufrimiento”. La definción, que lleva aires de confesión susrrada al oído de la mujer amada, no puede ser más exacta. Y un descenso de lacademiaracinclú, un motivo más para reforzar esta identidad maldita, beatnik, popular y desguazada que envuelve su idiosincracia.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

La nota es muy linda pero... LAS PELOTAS. Racing no se va. Por su inmensa gloria, por su única hinchada, por su majestuosa historia. Por Juan Domingo, por Néstor. Racing no es grande, es gigante.

zarpalata dijo...

Coincido. La nota es muy bonita, aunque deja demasiado bien parado a un club que sólo conoce la cara de la derrota. Lo único que tengo para objetar es que a mi me gustaría que racing se quede en la A. Cómo es esto? Lo que sucede es que, asi como los beatles tenían a un ringo, el torneo necesita a su racing. El empleo más viejo de la historia no es casual, todos necesitamos una putita para sodomizar. Disfruto profundamente ver a lacadé perder miserablemente contra equipos chicos, medianos y grandes, es algo refrescante. Mi semana no es la misma si el domingo (perdón, sábado...viernes!!) no veo las caras largas de los hinchas de racing caminando sin rumbo por las calles porteñas con el olé bajo el brazo, haciendo cuentas, buscandole una salida a los promedios. Piénsenlo.

Juan Francisco Gentile dijo...

Anónimo cobarde! da la cara!!

Anónimo dijo...

Coincido basta con zarpalata, excepto por lo fundamental del comentario. Repasemos, amo ver perder a Blanquiceleste. Me hace tan feliz como ver ganar a mi equipo. Y verlo en el fondo de la tabla y peleando el descenso hace que para mi haya sol en estos días nublados.
Pero a no confundir. Ya que mi edad no me permitió ver al ex club en la B en los 80, disfrutaría seriamente ver a algún que otro rollinga de Blanquiceleste mostrando su tatuaje patético de "La acadé" al grito de "porque racing y mi vieja son las dos cosas más lindas que me dio la vida y ahora vamos a copar todas las canchas en la B"... Sería divino.
Desde ya, muchas gracias y me pareció muy ocurrente la nota, aunque agranda demasiado a un club que ya no existe más y que sólo conquistó alguna que otra cosa allá por los 50, 60...

PD: Kempes no mira los partidos en los que comenta. Come facturas jugando a la play y tira comentarios sobre eso.

MarcosH dijo...

es muy interesante la mirada sobre racing y me sumo a que debería irse a la B. Le añado la razon que no es serio que un club se vacie a expensas del mercado... que la pasión sea suplantada por los negociados y las mafias.
Porque si racing no fuera racing, hubiera quebrado y tendria que haber arrancado de la C... que se trate de esa manera a los clubes grandes significa que el 4 de deportivo moron que se rompe el orto todas las semanas deberia pegarse un tiro o dos en las bolas.

Anónimo dijo...

Buenísima tu nota, como siempre.
¿Te puedo hacer un petardo?

zarpalata dijo...

che, patético!!!, basta de hacerte comentarios con nombre de mina.

Juan Francisco Gentile dijo...

Gracias, Mariela. Como siempre, un gusto tus comentarios y proposiciones.

No le demos lugar a los envidiosos.

chebichease dijo...

Estoy muy de acuerdo en disfrutar la desgracia futbolistica del club de avellaneda y alentar su caida hacia la oscura (y dificil) B nacional, pero no en la idea de bipartidismo como en el decadente futbol uruguayo (que tambien lo esta perdiendo. Los últimos torneos lo demuestran, ganaron Lanús, estudiantes, Velez, San Lorenzo, Newell´s, Independiente. Esto esta para cualquiera